Hummingbird

Este delicioso queso se produce en el sureste de Pensilvania en la lechería The Farm at Doe Run, que destaca por su filosofía que enfatiza la agricultura sostenible y la conservación de los alimentos.
La Doe Run Farm está operada por Kristian y Haesel Holbrook en Coatesville, Pensilvania. Kristian, un chef y quesero, es el responsable del ganado y de la elaboración de quesos, mientras que Haesel se ocupa de la fruta y el cultivo de hortalizas, de la granja. En Doe Run, aplican un enfoque sostenible en las prácticas agrícolas, que incluye el pastoreo rotacional de los rebaños de vacas Jersey, ovejas Friesian Oriental y cabras Sannen y Nubian.
Este pequeño queso está hecho de mezcla de leches pasteurizadas de vacas y ovejas, envejecido durante tres a seis semanas. Producido en una forma oval, con un tamaño de 12 cm. de largo, 6,3 cm. de ancho y 1,2 cm. de alto, con un peso que no supera los 120 g. Es un queso estacional.
Kristian Holbrook es un admirador del Robiola Bosina, el delicioso queso del Piamonte italiano y éste ha sido fuente de su inspiración para crear el Hummingbird, aunque con algunas diferencias. Para Holbrook, el Robiola es demasiado pastoso, él quería algo con más carácter láctico que fuera bueno ya en edad joven.
Cuando Kristian Holbrook nombró a su queso “Hummingbird” (Colibrí, en español), no podría haber elegido una imagen más perfecta. Al igual que su homónimo, la ave, este queso suave es brillante y delicado, con un perfil de sabor similar al néctar que recuerda la vainilla y cítricos, con notas lechosas y herbáceas, con aromas delicados y sabrosos de paja y champiñones. Este queso varia mucho según su grado de maduración; de muy joven, dos semanas de edad tiene la consistencia de un queso aireado, con un acentuado sabor a limón, floral y refrescante. A las cuatro semanas el moho de la superficie aterciopelada se vuelve de color trigo y en su interior, el centro se licua y gana mordacidad. Ganador de un premio en el 2011 de la Sociedad Americana de Quesos. El Hummingbird puede untarse muy bien sobre pan con mermelada de frambuesa casera o servirse con ensaladas que contengan fruta fresca. En la cocina, aporta una consistencia cremosa a sopas, salsas y platos de pasta.