Black Savourine Pyramid
Australia es la masa de tierra con mayor superficie del sudoeste del Pacífico más recientemente poblada. Los primeros europeos de los que se tiene constancia que desembarcaron aquí fueron los holandeses, en 1642, y los británicos, en 1768-1771. Las influencias de estos países son patentes en la prolífica producción de Cheddar en Australia y en su excelente Gouda. Una gran proporción de Australia es tierra desértica o semiárida con suelos poco fértiles; no obstante, las precipitaciones han aumentado ligeramente durante el siglo pasado, y tanto el sudeste como el sudoeste del país tienen un clima templado. Las autoridades australianas están barajando la posibilidad de producir queso con leche sin pasteurizar, además de importar quesos elaborados con leche cruda de Europa. Si bien la idea no es bien acogida por todos, es de inmensa importancia para aquellos queseros interesados en experimentar con nuevos cultivos impulsores. Los productos agrícolas han sido y continúan siendo la principal exportación del país.
A solo una hora de Melbourne, el valle de Yarra tiene una larga historia de producción lechera y es famoso por sus impresionantes paisajes, además de producir excelentes vinos y comida artesanal.Justo en ese valle se encuentra la Yarra Valley Dairy una empresa familiar que produce este Black Savourine Pyramid además de una gran variedad de otros quesos artesanales desde 1995. Quesos deliciosos y frescos de vacas y leche de cabra, incluido su amado Feta persa. No debemos olvidar que el primer Feta marinado en Australia lo creó Richard Thomas en 1994, inspirándose en la receta persa y utilizando la leche de vacas Frisonas Holstein. La mayoría de sus quesos son suaves, en un estilo que refleja el queso de granja de Francia e Italia. El Black Savourine Pyramid es queso de leche pasteurizada de cabra parcialmente madurado en forma de pirámide. El queso, se cubre de ceniza comestible, envejece hasta que se forma una hermosa corteza florecida de moho blanco que cubre la ceniza. En su interior la pasta densa y rica tiene un centro ligeramente calcáreo y más cremoso algo pegajoso debajo de su corteza. La textura es firme con una ligera sensación de humedad en la lengua. El sabor es algo parecido a las nueces tostadas, nata cocida, y desarrolla algunas notas de sabor de queso azul, a pesar de que no es un verdadero queso azul. Con un final ligeramente ácido y agrio que permanece largo tiempo en el paladar después de comer. El queso se comercializa en forma de pequeña pirámide truncada de unos 200g de peso. Es ideal sobre una rebanada de pan acompañado de alguna pera o manzana recién cortada. Su espectacular forma de pirámide hace que destaque en cualquier tabla de quesos. Acompañar con un vino dulce; Pinot Noir o Chardonnay funcionarían bien.