Dic 9, 2025

Goldinger Bergkäse

Leche: Vaca
Tipo: Pasta semidura, cocida y prensada, corteza natural
Denominación de Origen: No
Materia grasa: 45%
Maduración: Entre 4 y 6 meses
Aspereza: Media
Vino: Ganterbein Pinot Noir (DOP Graubünden)
País de origen: Suiza
Región: Goldingen (San Galo)

La quesería que produce el Goldinger Bergkäse es la Käserei Pfister, también conocida como Erlebniskäserei Goldingen o “Goldinger Dorfchäsi”, situada en el pintoresco pueblo de Goldingen, en el distrito See-Gaster, cantón de San Galo, Suiza. Fundada en 1924, la empresa familiar ha pasado por cuatro generaciones, actualmente dirigida por Alois “Wisi” Pfister, quien mantiene la tradición artesanal y la relación directa con los productores de leche de la zona. La quesería recibe leche fresca de unos diez pequeños ganaderos locales, dos veces al día, y elabora sus quesos siguiendo métodos tradicionales con leche cruda, lo que garantiza la conservación de todos los matices y características naturales de la leche de montaña.
La filosofía de la Käserei Pfister se centra en la calidad y la trazabilidad. No buscan la producción masiva, sino un queso auténtico, elaborado con esmero, controlando cada etapa: desde la alimentación del ganado hasta la maduración en sus cavas, asegurando un producto artesanal y sostenible. Además, aplican una economía circular: los subproductos como el suero se usan para alimentar cerdos propios, cuyos estiércoles fertilizan los pastos, cerrando un ciclo ecológico que refuerza su compromiso con la región y la naturaleza.
El Goldinger Bergkäse toma su nombre del pueblo y de la tradición de los “Bergkäse” suizos, quesos de montaña elaborados con leche de pastos alpinos. Se trata de un queso de pasta cocida y prensada, semidura, de color amarillo dorado intenso, con textura firme pero cremosa y pequeños ojos o grietas irregulares. Su corteza natural es dura, rugosa y de tono marrón pardusco. Las ruedas pesan alrededor de 7 kg y miden unos 34–36 cm de diámetro.
Madura entre 4 y 6 meses, desarrollando aromas herbáceos y a mantequilla fresca. Su sabor es complejo: notas a nuez, finas especias y un ligero picante de montaña se equilibran con la suavidad y cremosidad láctea, ofreciendo un perfil que combina intensidad y delicadeza.
En la cocina, el Goldinger Bergkäse se disfruta tanto en tablas de quesos, acompañado de frutas, frutos secos y embutidos curados, como rallado sobre pastas y sopas, o fundido en gratinados y fondues alpinas, donde aporta profundidad umami sin dominar. Marida idealmente con vinos tintos suaves, como Pinot Noir suizo o de Borgoña, que realzan sus matices herbáceos, o con cervezas rubias artesanales que potencian su frescura láctea.
En conjunto, la Käserei Pfister y su Goldinger Bergkäse representan un ejemplo de tradición familiar, producción artesanal y respeto por el entorno, ofreciendo un queso de montaña con carácter auténtico y sabores complejos, reflejo directo de los pastos y la cultura láctea de San Galo.

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