Ländle Montforter
El Ländle Montforter lo elabora la quesería Vorarlberg Milch eGen, situada en Feldkirch, en el estado federado de Vorarlberg, Austria.
Fundada en 1993 fruto de la unión de varias queserías históricas de la región, esta cooperativa láctea reúne a unos 500 ganaderos locales que aportan leche de gran calidad, base de todos sus quesos.
Especializada en la marca “Ländle”, garantiza un origen 100% Vorarlberg y métodos de producción sostenibles, sin transgénicos y casi siempre libres de lactosa. Además de su célebre Vorarlberger Bergkäse (DOP), produce especialidades como el Ländle Montforter, un queso semiduro de tres meses de maduración reconocido por su equilibrio entre suavidad y notas afrutadas.
Con modernas instalaciones de maduración y envasado, la quesería combina tradición alpina e innovación tecnológica, consolidándose como una de las referencias queseras de Austria.
En el país, “Ländle” es el nombre coloquial de Vorarlberg, mientras que “Montforter” alude a la antigua familia noble de los Montfort, influyente en la zona, especialmente en torno al castillo Schattenburg.
El Ländle Montforter es un queso tipo Schnittkäse (queso de corte, semiduro) elaborado con leche de vaca pasteurizada. Presenta un contenido graso de aproximadamente 35% sobre extracto seco y es prácticamente exento de lactosa (<0,1 g/100 g), lo que lo hace apto para muchos intolerantes leves. La leche utilizada procede de ganado alimentado sin organismos genéticamente modificados.
Su maduración de unos tres meses le confiere una corteza natural de tono marrón claro, nada invasiva, que protege una pasta amarilla mantequilla con algunos ojos dispersos, del tamaño de un guisante y poco frecuentes. Su textura es suave y ligeramente elástica.
En nariz y boca revela notas frutales y florales, con toques de miel, manzana, pradera en flor y caramelo claro. No es un queso potente, sino más bien fino, armonioso y equilibrado, con un frescor frutal que realza su cremosidad.
Gracias a su capacidad de fundirse con facilidad, resulta versátil: tanto para tablas de quesos como para gratinados, sándwiches o tostadas. Acompaña bien con baguette, frutas frescas como la manzana, mermeladas suaves (por ejemplo, de membrillo) y vinos ligeros como un Grüner Veltliner austriaco, fresco, con notas de manzana y hierbas, perfecto para resaltar su carácter frutal.