Sneek Gouda

Queso elaborado por Frisian Farms en Leighton, una ciudad ubicada en el condado de Mahaska en el estado estadounidense de Iowa.
Frisian Farms es una empresa que lleva 16 años en activo, fundada por dos hermanos. Jason y Mike Bandstra crecieron en una granja lechera de Iowa que la familia vendió mientras los hermanos aún estaban cursando la secundaria.
Mike y Jason fueron a la universidad y se prepararon para carreras no agrícolas, pero pronto cambiaron de opinión. «Empecé a extrañar mucho a las vacas», recuerda Mike. «No podía estar sentado en un cubículo todo el día».
Los hermanos decidieron unir fuerzas y fundar otra granja lechera, esta vez con un producto de valor añadido. La idea inicial era leche aromatizada en botellas de vidrio, pero su corta vida útil los disuadió. La leche no vendida debe desecharse; el queso no vendido puede madurarse y simplemente gana valor y sabor.
Los hermanos Bandstra tienen ascendencia holandesa —su bisabuelo era del pueblo de Sneek en Frisia—, por lo que hacer un Gouda fue la elección obvia. Un asesor holandés les enseñó lo básico y estrenaron sus primeras ruedas en 2008. En 2015, dividieron el negocio amistosamente. Jason ahora es el dueño de las vacas y le vende la leche a Mike. Mike es dueño de la lechería y elabora el queso con su sobrino. Elaboran exclusivamente Gouda —la mayoría de ellos de menos de un año de maduración— y lo venden en gran parte en mercados agrícolas de Iowa, en línea y en su propia tienda.
Hace un par de años, el distribuidor Brad Dubé de Food Matters Again se enteró de que Mike estaba madurando algunas ruedas de queso hasta por 3 años. «Lo llamaba Gouda supercurado», dice Mike, «pero Brad le dijo que no se iba a vender. Hay que ponerle un nombre».
Fue un buen consejo de Brad. ¿Qué amante del queso podría dejar pasar algo llamado Sneek Gouda de mil días? Yo no.
Tras tanto cuidado y paciencia, se obtiene una rueda de Sneek Gouda que es el equivalente al caramelo en queso, con un interior denso, firme y de color caramelo. El aroma recuerda a piña, pero el caramelo predomina. Deje reposar un trozo en la lengua y notará cómo se funde en una textura aterciopelada, salpicada de crujientes cristales de tirosina característicos de los quesos bien curados. El toque de sal es intenso, pero no excesivo; te recuerda que estás comiendo queso, no toffee.
Es importante consumir el queso a temperatura ambiente, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada, disfruté de este magnífico queso para picar con galletas en un aperitivo o se puede agregar rallado a ensaladas y salsas, se derrite maravillosamente por lo que resulta muy versátil para cocinar, fundiéndolo con pastas, champiñones rellenos o fondue. Es una adición colorida a cualquier tabla de quesos acompañado con una mermelada de higos. Pruebe emparejar el Sneek Gouda con un vino blanco seco, también una cerveza fría es una excelente alternativa de maridaje.
Fuentes consultadas: Planet Cheese