Würzig
El Würzig lo elabora la joven quesería Kronen Käserei AG, fundada en 2022 y tiene su sede en Schaan, Liechtenstein.
Sus quesos bajo las marcas Liechtensteiner y Berta’s Bio se comercializan en Liechtenstein, Suiza, Alemania y Finlandia.
Trabajan con leche fresca proveniente de unos 38 agricultores familiares locales, todos ubicados a menos de 10 km de la quesería, lo que garantiza frescura y conexión con el territorio.
Combinan saber hacer tradicional con tecnología de punta para procesar la leche con delicadeza, utilizando sólo cultivos y cuajo. El queso se prensa, separa de la cuajada y se somete a un baño de sal para desarrollo de sabor y conservación.
Se deja envejecer sobre madera de pino liechtensteiniano, en condiciones controladas de temperatura y humedad, con cuidado y volteo constante, hasta alcanzar el sabor deseado.
Utilizan únicamente energía neutral en CO₂, procedente de fuentes hidroeléctricas, solares y eólicas en los países alpinos. La calefacción proviene de la red de calor urbano de Buchs.
La compañía surgió tras la transformación de la antigua Milchhof AG – el cambio generó nuevos retos y oportunidades, incluido el aumento de la producción. El director general es Marcel Ledergerber; el equipo administrativo también incluye a Beat Ruckstuhl (Gerente de Operaciones) y Fabian Wohlwend (Jefe de Administración).
El Würzig es un queso duro que se elabora con leche termizada de vaca procedente de granjas locales seleccionadas. Se caracteriza por su sabor picante y completo, resultado de una cuidadosa maduración y tratamiento tradicional.
Envejece entre 8 y 10 meses sobre estanterías de madera de pino liechtensteiniano, donde se voltea regularmente y se cepilla con cultivos finos y salmuera potente. Este proceso aporta al queso un aroma robusto y sabroso.
La corteza es seca, de color óxido uniforme y con un delicado aroma resinoso. La sección transversal es semidura, llena, con ojos únicos, casi accidentales. Aparecen cristales. El aroma de la pasta es seductor. En nariz se perciben notas de caldo, cebolla y dulzor, que despiertan aún más los sentidos antes del primer bocado. Denso en boca, es cremoso, intenso y rico, lo que dificulta que el cerebro procese la información de las papilas gustativas. Tiene notas de caldo de res, cebolla, nueces, un toque dulce, acidez y un toque picante en el final. Los amantes del Appenzeller, Gruyère o Comté estarán encantados con este queso tan parecido a ellos.
El Würzig es un queso de pasta dura con un sabor intenso, especiado y robusto. Eso abre varias opciones de maridaje, tanto clásicos como creativos: Pan rústico de centeno o de masa madre → la acidez equilibra la potencia del queso. Crackers integrales o de semillas → aportan textura y no opacan su sabor. Frutas frescas → uvas, peras o manzanas crujientes (la dulzura refresca el paladar). Frutas secas → higos, dátiles o albaricoques para contraste dulce-salado. Frutos secos → nueces o almendras, que refuerzan las notas tostadas y de maduración. En cocina se puede usar para hacer una fondue mixta → combinando Würzig con quesos más suaves (como Emmental o Raclette) para dar profundidad. Gratinados → sobre patatas al horno, coliflor o pasta, su sabor se intensifica al fundirse. Tablas de quesos → junto a quesos más suaves (Milde o Nussig) y un azul, para un contraste de intensidades.
El Würzig pide vinos tintos con buena estructura: Pinot Noir (Blauburgunder), Merlot suave o un Rioja crianza, que aportan fruta y tanino moderado.
Fuentes consultadas y foto: Que Sera Sera