Nov 12, 2019

349

Leche: Cabra
Tipo: Pasta semi-dura, semi-cocida, corteza natural
Denominación de Origen: No
Materia grasa: No definido
Maduración: De 7 a 8 meses
Aspereza: Media
Vino: L'Oblit (D.O. Penedès)
País de origen: España
Región: Barcelona (Cataluña)

El “349” es un queso artesano elaborado por Ramón Ubach en la quesería Ubach Làctics. Son de Vic, Osona, y hacen lácteos desde 1939 tan bien como saben que no es poco. Son lácteos auténticos, artesanales y hechos con todo el cariño del mundo y sobre todo con mucha paciencia.
A cal Ubach van a buscar la mejor leche de vaca, cabra y oveja para llevarla, a cualquier lugar de Cataluña, convertida en excelentes yogures, flanes, cremas, pasteles, matones o quesos.
La quesería elabora otros quesos además de este, entre ellos el Llatí de Ubach, otra de sus creaciones es l’Arc uno de sus primeros quesos, de pasta blanda y corteza natural, el Formatge de Vaca de Pastura, es un queso de leche pasteurizada de vaca al que ellos definen como «redondo y muy bien equilibrado» y el Garrotxa Primigenio un queso en el que se ha recuperado la forma de elaborar el garrotxa tal como se hacía antes, sin prisas y dejando que la corteza del queso florezca de forma espontanea.
El “349” es un queso artesano de pasta semi-cocida, elaborado con leche pasteurizada de cabra. Con una maduración de 7-8 meses.
Tienen una corteza natural delgada (no comestible) de color marrón anaranjado, de textura dura, fuerte y seca. El interior la pasta de color marfil es densa y lisa y presenta algunas pequeñas aberturas y un aroma cautivador. El sabor es suave, lechoso y salado, algo picante, con notas jugosas y herbáceas.
Fue un 15 de diciembre cuando tomaron la decisión de producir este queso, y pensando en que nombre le pondrían, se dieron cuenta que ese día correspondía al 349 de los 365 que tiene un año, y lo tuvieran claro, se llamaría “349”.
Este queso se comercializa en forma de ruedas de 2,3 kg. (Por supuesto se puede adquirir en cuñas de tamaño a su elección).
Es importante consumir el queso a temperatura ambiente, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada, dada su excelente cremosidad es perfecto para comerlo solo, con una rebanada de pan crujiente junto con embutidos secos como (salchichón, longaniza, somalla…) No olvidemos que este queso procede de Vic (Osona) un lugar famoso por su charcutería, donde se elaboran magníficos embutidos. Pero también se puede usar el “349” en una tabla de quesos. Va bien con los vinos tintos jóvenes o ligeramente envejecidos, de cuerpo medio, moderadamente cálidos.

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