Abr 20, 2018

Alpenblumen

Leche: Vaca
Tipo: Pasta dura, corteza cepillada y cubierta con flores alpinas
Denominación de Origen: No
Materia grasa: 45%
Maduración: De 3 a 5 meses
Aspereza: Suave a media
Vino: Alpirsbacher Pils - Cerveza Alemana Pilsner
País de origen: Suiza
Región: San Galo

El Alpenblumen lo produce la quesería Albergue Berghof que se encuentra situada en una hermosa vertiente entre Ganterschwil y Oberhelfenschwil. La vista del valle de Toggenburg es absolutamente única. Los ríos Thur y Necker encierran el pueblo de Ganterschwil en tres lados; solo desde el sur se puede acceder a él sin pasar por un puente. Ganterschwil es conocido por su espléndida y vasta oferta turística. La empresa se encuentra en el corazón de los excursionistas de Toggenburg y ofrece, con su posada panorámica y terraza de restaurante, una vista fantástica a sus huéspedes.
Este es el verdadero terruño y la ecología pura. Cuando se ve a través de la ventana de la posada pastando a las vacas que proporcionan, entre otras cosas, la leche que se transformara en queso bajo este mismo techo, puesto que aquí además de la posada y el restaurante también se encuentra la quesería. Desde el 1 de mayo de 2002, la quesería Berghof tiene el certificado orgánico, y sus quesos se fabrican según los estándares de Bio-Suisse. Transforman por año aprox. 780,000 kg de leche orgánica entregada por criadores certificados en deliciosos quesos. El Alpenblumen se elabora con leche orgánica de vacas de la zona circundante de acuerdo con las directrices de Bio Suisse. La principal característica de este queso es su maravillosamente potente aroma floral, que es generado por el té de flores alpinas que lo rodea. ¡Este aroma de la flor de té de los Alpes penetra directamente en el corazón del queso! Esa corteza se hace con flores, que se secan y se prensan – Alpenblumen me recuerda un poco al Schnebelhorn o al Scharfe Maxx pero con las notas florales – también es salado, cremoso, un toque picante, con crujientes cristales de tirosina (aminoácidos) intercalados en toda la superficie, formados naturalmente durante el proceso de envejecimiento, que en el Alpenblumen es de 3 a 5 meses. La pasta de color amarillo, es densamente cremosa y presenta agujeros desordenados, del tamaño de granos de maíz. Al corte libera una explosión láctica de aromas y sabores herbáceos, finos a mantequilla y un delicado acabado picante. Tiene un pos gusto agradable que permanece mucho tiempo después de que se ha comido. En general, muy buena profundidad y bien equilibrado. Este queso se comercializa en forma de discos planos con un diámetro de unos 30 cm y un peso de 6 kg, la rueda entera. (Por supuesto se puede adquirir en cuñas de tamaño a su elección). El Alpenblumen se puede comer con o sin la corteza, pero recuerde que las flores secas que lo cubren pueden ser molestas en boca. La forma de consumo habitual es solo, con una rebanada de pan. También puede usarse en cocina, derretido sobre patatas hervidas, una fondue o raclette. Será la estrella en una tabla de quesos, por su vistosa envoltura. Marida especialmente bien con una cerveza fría.

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