Honey Bell
El valle de Oley es una de las regiones más singulares y pintorescas de la zona patrimonial del río Schuylkill. El valle está formado por la suave elevación de las colinas de Oley Hills y está atravesado por los arroyos Manatawny y Pine, que fluyen suavemente. Oley alberga algunas de las granjas alemanas de Pensilvania de los siglos XVIII y XIX más importantes de toda la Commonwealth. Establecidos en la década de 1720, muchos de los actuales residentes del valle descienden de familias que llevan aquí siglos. El valle de Oley es el lugar de nacimiento de Daniel Boone, la Iglesia Unitaria Universalista y una de las regiones más productivas de Pensilvania desde el punto de vista agrícola.
Aquí, situada en el corazón del valle de Oley, en el sureste de Pensilvania, se encuentra Valley Milkhouse, una quesería artesana que elabora a mano quesos frescos, madurados y curados al estilo tradicional europeo. El Thistle, un queso blando que está inspirado en el Camembert, el Lady’s Slipper, un tomme lavado con sidra, el Blue Bell, un azul estilo Stilton, el Witchgrass, un queso de estilo láctico cubierto con ceniza, y este Honey Bell son algunos de los quesos más significativos que elabora está quesería.
La operación que inició su producción en mayo de 2014, está en manos de Stefanie Angstadt la quesera, y Brie Best la granjera.
El Honey Bell es un queso láctico, agrio y cremoso, de maduración suave que tiene una corteza de moho blanco aterciopelado y está espolvoreado con flores secas de manzanilla, cultivadas localmente por Katydid Hill Herb Farm, otra operación agrícola impulsada por mujeres en Pensilvania. Al igual que su hermano el Witchgrass, otro queso de Valley Milkhouse, está elaborado con leche pasteurizada y orgánica de vacas alimentadas con pasto.
Es un queso de estilo Brie, ácido, láctico, floral y herbáceo. Las flores secas de manzanilla local se prensan en los quesos jóvenes e imparten un ligero sabor floral durante el proceso de maduración. La rica leche orgánica armoniza alegremente con las notas de miel y manzana de la manzanilla, que también aporta un final agradablemente amargo.
Es delicioso y cremoso cuando está maduro, idealmente alrededor de las cinco semanas, y tiene uno de los mejores equilibrios de sal y sabor cremoso que te puedas imaginar.
Este queso es verdaderamente único: ¡no lo encontrarás en ningún otro lugar! Alguien ha descrito este queso como «Una taza de té caliente con leche, pero en forma de queso».
Estas ruedas de 250 g son, de hecho, una variación del Witchgrass espolvoreado con cenizas que elabora Angstadt, que, como todos los quesos de Valley Milkhouse, lleva el nombre de las flores silvestres de Pensilvania. Sin embargo, el Honey Bell se ha vuelto tan popular que Angstadt ha comenzado a producirla como un artículo regular disponible individualmente en los puestos de los mercados de agricultores y otros puntos de venta.
Se recomienda tomarlo a temperatura ambiente y por supuesto con la corteza. Podemos disfrutarlo simplemente solo con pan, o con galletas, también se puede acompañar de miel o de membrillo. Este queso dará un toque original y festivo a las tablas de quesos. Marídelo con un vino espumoso o un vino blanco ligero con un toque de dulzor floral como un Chenin Blanc o Sémillon.