Oct 11, 2025

Mountain Man

Leche: Vaca
Tipo: Pasta blanda, corteza lavada
Denominación de Origen: No
Materia grasa: No definido
Maduración: ±4 semanas
Aspereza: Suave a media
Vino: De Bortoli Villages Chardonnay (D.O. Yarra Valley)
País de origen: Australia
Región: Mortlake (Victoria)

El queso “Mountain Man”, elaborado por la quesería L’Artisan Cheese, es una de las joyas más reconocidas de la artesanía quesera australiana. Nacido de la unión entre la tradición alpina francesa y la riqueza de la leche orgánica local, este queso se ha ganado un lugar especial en las tablas y cocinas de quienes buscan sabores auténticos y memorables.
Detrás de él está Matthieu Megard, maestro quesero de tercera generación, criado en los Alpes franceses y hoy afincado en Mortlake, en el estado de Victoria. Con maestría, Megard ha sabido trasladar a Australia las técnicas que heredó en su tierra natal, utilizando leche orgánica de vacas Jersey y Ayrshire de granjas familiares, certificadas de manera orgánica y biodinámica.
Inspirado directamente en el clásico Reblochon de Savoie, el Mountain Man es un queso de corteza lavada que madura alrededor de cuatro semanas. Durante este tiempo, la corteza se lava cuidadosamente con salmuera, desarrollando esos tonos anaranjados y dorados tan característicos, junto con aromas moderadamente punzantes y sugestivos. En su interior, la pasta blanca y cremosa se vuelve fluida a medida que madura, ofreciendo una textura sedosa y envolvente.
En boca revela toda su complejidad: comienza suave, con notas mantecosas, cremosas y ligeramente afrutadas, y evoluciona hacia matices más intensos, profundos y terrosos, sin perder nunca su equilibrio. Se presenta en ruedas de unos 500 g, aunque también puede encontrarse en porciones más pequeñas, perfectas para disfrutar en casa.
El Mountain Man es un queso versátil que puede brillar solo, acompañado de pan rústico, frutos secos, peras o membrillo, o bien convertirse en protagonista de la cocina. Fundido en una tartiflette tradicional, en gratinados de patata o en una pizza gourmet, su carácter cremoso transforma cualquier plato en una experiencia reconfortante.
En cuestión de maridaje, se deja seducir por vinos blancos frescos como un Riesling o un Chardonnay ligero, pero también armoniza con tintos delicados como Pinot Noir o Merlot suaves. Los espumosos, con su efervescencia limpiadora, lo realzan de forma magistral, mientras que la sidra y las cervezas de trigo o ale suave aportan un contrapunto refrescante que invita a seguir disfrutando.

Mundoquesos

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