Tauvl
El queso Tauvl es una creación de Malga Faggioli 1140, una granja-quesería ubicada en la altiplanicie de Lessinia (Verona) fundada en 2002 por Angelo Sartori e Ivano Marconi, dedicada al pastoreo de cabras en entorno de montaña. Situada a 1.140 metros de altitud, aprovecha los pastos y el clima de alta montaña para producir leche de cabra de calidad y transformarla artesanalmente en quesos, yogures y otros derivados lácteos. La empresa combina tradición y modernidad: utiliza exclusivamente la leche de sus 450 cabras para garantizar trazabilidad y autenticidad, y colabora con instituciones universitarias para estudiar fermentos lácticos autóctonos que dan carácter a sus quesos.
Una “malga” es una explotación de montaña típica del norte de Italia, dedicada al pastoreo estival y a la producción artesanal de lácteos, que también puede funcionar como agroturismo, permitiendo a los visitantes degustar productos frescos y conocer el proceso de elaboración.
El Tauvl es un queso semiestacionado de cabra con corteza tratada con carbón vegetal, de aspecto oscuro, cuyo nombre significa “demonio” en cimbrio. En su interior, una franja rojiza de mermelada de cítricos aporta notas ácidas y dulces que equilibran la untuosidad y la ligera acidez del queso, además de crear un núcleo jugoso y una identidad visual distintiva. Al probarlo, se percibe una textura cremosa, notas viníferas y un perfil que combina rusticidad de montaña con refinamiento.
En resumen, el Tauvl es mucho más que un queso de cabra de montaña: representa el encuentro entre tradición –el pastoreo en la Lessinia, razas caprinas de montaña– y creatividad –una corteza oscura de carbón vegetal, un afinado que le da complejidad–. Su aspecto sorprende, destacando la franja roja de mermelada de cítricos en su interior que aporta sabor y un contraste visual atractivo; su gusto seduce, y su origen a 1.140 metros aporta autenticidad.
Se disfruta mejor a temperatura ambiente y es ideal en tablas de quesos acompañado de miel, mermeladas o mostarda, así como con panes rústicos o como toque gourmet en gnocchi, risottos o polenta. En bebidas, armoniza con vinos blancos estructurados, tintos jóvenes de cuerpo medio, espumantes Brut o cervezas artesanales tipo amber ale o blonde de montaña, resaltando sus notas lácticas y terrosas y ofreciendo una experiencia que une autenticidad y sofisticación veronesa.
