Le Vignol

Le Vignol es un suave queso de cabra elaborado con leche cruda en Lachapelle-Auzac. Una pintoresca población ubicada en el suroeste de Francia, en el departamento de Lot, en la región de Mediodía-Pirineos, actualmente llamada Occitania.
En la Ferme Linol llevan tres generaciones elaborando quesos tradicionales de la región de Occitania: podríamos decir que saben lo que hacen. Cultivan los cereales con los que alimentan a su ganadería de cabras, y elaboran queso durante la primavera y hasta el otoño, respetando así los ciclos de los animales, que durante este periodo pastorean alrededor de la granja.
Hoy en día, ofrecen una gama de productos que van desde el queso fresco hasta el Blue de Chèvre, a través del Rocamadour y por supuesto este Vignol. Su nombre proviene de la contracción de la vid y de la granja Linol de la que es originario.
El Vignol es un queso «fermier» (de granja) de pasta blanda y corteza natural, elaborado con leche cruda de cabra.
La originalidad no es necesariamente sinónimo de placer en el plato, pero a veces nos encontramos con pequeños quesos que validan ambas cosas. Es el caso de este Vignol, un queso reconocible entre miles por su pequeño sarmiento de vid que parece emerger de su pasta, visible sólo por un lado. Este sarmiento aporta un toque leñoso al queso.
El Vignol se comercializa en forma de un pequeño tronco aplanado de unos 120 gramos de peso y en versión natural o con ceniza con carbón vegetal.
Su corteza de color crema es fina y bellamente vermiculada. Está cubierto de un finísimo plumón blanco de moho y, en la versión ceniza, ofrece un bonito contraste con el color muy negro de la ceniza.
Su pasta, muy blanca, es densa y homogénea. Entre la corteza y el corazón calcáreo del queso se forma una capa de crema, suave y brillante.
En nariz, Le Vignol ofrece un dulce aroma a leche.
En boca es un queso suave y muy fundente, con buen sabor lácteo y aromas frutales y amaderados.
Pose una hermosa textura fundente comparable a la de un Sainte Maure de Touraine pero con un carácter más fuerte, firma de las cabras de esta región. Pequeño, fundente, intenso.
Es importante comer este queso a temperatura ambiente para degustar mejor su riqueza de sabores. Combina bien con frutos secos o nueces, acompañado de un crujiente pan de payes, funde muy bien, por lo que también, es ideal en ensaladas y sopas. Su forma muy peculiar traerá un toque de originalidad a tu tabla de quesos. El sabor picante lo hace un maridaje perfecto con un vino blanco seco.
Fuentes consultadas y foto: Le Guide Du Fromage