Oreíller d’échalote
El Oreíller d’échalote es un queso de pasta blanda y corteza florecida elaborado a partir de leche cruda de vaca. Este queso se creó en 2014 en la quesería Villiers ubicada en la localidad de Illois una población de Francia, en la región de Normandía, departamento de Sena Marítimo.
La Fromagerie Villiers, está especializada en la fabricación y venta del Neufchâtel desde hace 6 generaciones. Decano de los quesos normandos, el Neufchâtel puede adoptar varias formas: la de adoquín, la de tapón y la más famosa forma de corazón.
El Oreiller d’échalote (chalota o ascalonia), es un queso blando elaborado con leche cruda de vaca. La corteza es aterciopelada de color blanco, está cubierta de una gruesa pelusa blanca de moho Penicilium Camemberti. Al corte, la pasta granulada deja ver pequeños trozos de pétalos de chalota picada y deshidratada que se han incorporado directamente en la masa antes del moldeo. Esto permite difundir el sabor de la chalota en el queso, esta pasta presenta un color blanco marfil es suave y untuosa, sobre todo la que está justo bajo la corteza que llevado a temperatura ambiente es casi liquida, con un agradable sabor inicial a mantequilla, pero seguido con un intenso sabor fresco a cebollino que se mantiene largo tiempo en el paladar. Olor de intensidad media.
La chalota también conocida como escalonia es un tipo de cebolla pequeña. Se cultiva a efectos culinarios. La parte comestible de esta planta está en la base de las hojas, que forma bulbos, aovados de forma y sabor entre el ajo y la cebolla.
El Oreíller d’échalote (la almohada de chalota o escalonia) fue creado en el año 2014 al igual que el Oreíller de noix (nueces), mientras que el Oreíller de Ciboulette (cebollino) se creo mucho antes, en 1985 a petición de un cliente parisino.
Para degustar toda la riqueza de sabores se recomienda el consumo a temperatura ambiente. Es importante comer la corteza, que añade carácter al queso. El Oreíller d’échalote es ideal para extender sobre pan crujiente, y acompañarlo de frutos secos (almendras, nueces) y frutas frescas, como fresas. También puede enriquecer sopas, salsas y donde mejor se expresa es en ensaladas, a las que le aporta un sabor nuevo e interesante. Disfrute del queso con un vino tinto. Puede seleccionar, por ejemplo, un Pinot Noir.