Queso Curado De Oveja Reserva

Queso elaborado por Queserías QuesOncala, situados en la comarca de Tierras Altas de Soria, junto al pueblo de Oncala a 1400 m. de altitud.
El gerente de la quesería es Alejandro del Rio que la opera junto a su hermana Guadalupe, que es la Directora Comercial y de Marketing.
Los rebaños pastan en estos parajes para brindarles leche de calidad, que permite lograr un queso de extraordinaria calidad y de gran acogida en el mercado.
Estos quesos a base de leche cruda son elaborados y madurados artesanalmente siguiendo los métodos más tradicionales, durante más de 2 meses.
El secreto de este queso no es otro que la maduración de las piezas a más de 1400 metros de altitud. Y por supuesto la excelente calidad de su leche.
El Queso Curado De Oveja Reserva es un queso artesano y natural, en su elaboración no se utiliza ningún aditivo ni conservante, es decir, sus ingredientes son: leche de oveja, cuajo, sal y tiempo. Esto lo convierte en un queso extraordinario en cuanto a sabor y aroma.
La corteza es de color amarillo. Internamente la pasta tiene una estructura compacta, de color amarillo pajizo. El sabor, es intenso, con fuertes aromas a hierba de pasto de montaña, al ser un queso leche cruda, tiende a picante a medida que avanza su maduración.
Aunque su principal producción es el queso Curado y el Reserva o Añejo, a partir de la leche cruda de oveja, también elabora otras variedades, los baby, que son piezas de 600gr.
• El de trufa negra
• El de ajo negro
• El de boletus
• El de perretxico (hongo de Soria)
• El de cabra
• El sin lactosa
Sin olvidar las cremas de sus quesos artesanos de ovejas, desde el curado, ajo negro, trufa y boletus.
El Queso Curado De Oveja Reserva se presenta al vacío en piezas redondas de aproximadamente 600 gramos. Al ser un queso artesano, todas las piezas son distintas en peso y pueden varias un poco la una de la otra, aunque siempre mantienen la calidad y sabor de un buen queso puro de oveja.
Es un queso de sabor generalmente fuerte, ideal para acompañar platos y otros embutidos locales (chorizo, lomo embuchado), más que para comer solo. Lo podemos acompañar de un vino tinto clásico de Ribera del Duero, como el Pago de Carraovejas. Es un auténtico icono entre los vinos de Ribera, con su elegante potencia y tacto cremoso, por la madurez de su fruta y el dulzor de su imponente carácter tostado y especiado, que combinara a las mil maravillas con este queso.