Jun 6, 2008

Bleu du Vercors-Sassenage

Leche: Vaca
Tipo: Pasta blanda, corteza natural blanca y rojiza
Denominación de Origen: desde 1998 AOC y 2001 UE
Materia grasa: 45%
Maduración: Entre 2 y 3 meses
Aspereza: Suave
Vino: Classique Luberon - Cellier de Marrenon (D.O. Côtes du Ventoux)
País de origen: Francia
Región: Auvernia-Ródano-Alpes

Nacido en la Edad Media en el Delfinado, el Bleu du Vercors-Sassenage – entonces llamado Bleu du Vercors, o Bleu de Sassenage – fue, según se cuenta, usado durante mucho tiempo como un impuesto local para el Señor de Sassenage, que no podía recoger leche, dado el difícil acceso de la región. Los productores pagaban así su «derecho de arrendamiento» en quesos. No fue hasta 1338 que el barón Albert de Sassenage autorizó a los habitantes de Vercors a vender libremente su queso. Desde el 2001, (año en que consiguió su Denominación de Origen Europea) se le dedica cada año un festival en uno de los pueblos del parque regional de Vercors. Actualmente está fabricado con la leche de las vacas de razas Montbéliarde, Abondance y Villard de Lans.
Sus caras son perfectamente planas y sus lados son regularmente convexos. La superficie de su corteza, de color blanco y naranjado a marfil, en proporción equilibrada, es lisa, seca, uniforme y sobre todo fina. La pasta presenta un veteado azul claro bien distribuido y en cantidad suficiente sobre un fondo amarillo claro. Las aberturas pequeñas y regulares no deben exceder los 10 mm. Los olores y aromas dejan notas de azul dulce, de avellana y sotobosque. En boca, ligeramente salado y amargo, su textura es fundente y homogénea. Su primo más cercano es el Bleu de Laqueuille. El queso se beneficia de una AOC desde 1998, y D.O.P. a nivel europeo desde el 16 de Marzo del 2001. El queso se puede conservar durante ocho a quince días al frío si está protegido en un papel alimentario. Ponerlo a la temperatura ambiente, con o sin papel, al menos media hora antes de servir. Lo puede degustar solo, simplemente con nueces y uvas blancas. Cocínelo también en una tarta con puerros o nueces, o como una variante de las pastas con carbonara. También puede acomodarlo fácilmente con una ensalada. Lo mejor de lo mejor: tuéstelo sobre pan y sumérjalo en una sopa de calabaza. Fresco y afrutado en boca, un Côtes-du-Ventoux tinto con un aroma potente le ofrecerá una complejidad a la altura del Bleu du Vercors-Sassenage. Pruebe otras dos alianzas, todavía en tinto pero no menos interesantes: un Beaujolais o un Côtes-du-Rhône.

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