Crayeux de Roncq

El Crayeux de Roncq (o «Carré du Vinage «, en su versión menos madura) toma su nombre de una aldea situada a unos treinta kilómetros de Lille. Este producto artesano a base de leche cruda de vaca, fue creado en 1985 por Marie-Thérèse Couvreur con la complicidad de Philippe Olivier, detallista en Boulogne-sur-Mer: esta enérgica hija de un agricultor, quería hacer un «Maroilles” mejor que lo que entonces se elaboraba, y sobre todo, más sabroso que los que se hacían industrialmente.» Después de dos a tres años de ensayos y errores, finalmente tomo el rumbo y encontró la fórmula correcta, como lo demuestra el éxito de su Crayeux de Roncq, que va mucho más allá de las fronteras del Norte. Este queso de húmeda y espesa corteza de color naranja y potente olor, debe ser refinado por lo menos seis semanas, debido sobre todo a su original textura gredosa que une y suaviza la transición de la corteza con la pasta. Para lograr esto, durante el proceso de maduración, requiere el lavado frecuente con agua salada y cerveza (el Ángelus). Este queso tiene forma cuadrada.
Aunque cuenta con un fuerte aroma, el Crayeux de Roncq es relativamente suave en boca, para ser un queso de corteza lavada, incluso tiene un ligero retrogusto dulce, sin duda el sabor es más suave y cremoso de lo que uno espera.
El Crayeux de Roncq tiene un delicioso sabor a nuez muy sutil, entre ácido y dulce, que con el tiempo se ira intensificando y evolucionando hacia más lechoso, y con sensación a producto de la tierra.
Combina bien con tostadas de pan integral, funde muy bien.