Ago 11, 2025

Mastelo (Μαστέλο Χίου)

Leche: Vaca, cabra
Tipo: Pasta semidura, hilada, sin corteza
Denominación de Origen: No
Materia grasa: No definido
Maduración: No envejecido, fresco o semi-fresco
Aspereza: Suave
Vino: Kamara Shadow Play White (IGP Thessaloniki)
País de origen: Grecia
Región: Isla de Quíos (Egeo Septentrional)

El queso Mastelo no es un tipo de queso griego tradicional como el Feta o el Graviera, sino una marca griega que produce productos lácteos artesanales de alta calidad, particularmente conocidos por su queso para asar al estilo del Halloumi. La empresa Mastelo dirigida por Konstantinos Toumazos tiene su sede en la isla griega de Quíos (Chios) y ha ganado popularidad tanto dentro como fuera de Grecia por su sabor y textura únicos.
El Mastelo es un queso blando, generalmente elaborado con leche de vaca o de cabra, y es famoso por su facilidad para asarse sin derretirse demasiado.
El queso de vaca Mastelo se elaboró por primera vez en 1994, año de fundación de la empresa. Hasta entonces, nadie había usado el término Mastelo para describir los quesos griegos producidos en Quíos, ni por los agricultores locales ni en los hogares de las familias campesinas de la isla.
Posteriormente, el queso de cabra se empezó a producir con el nombre comercial de Queso de Cabra Mastelo.
La palabra «mastelo» significa literalmente «cubo de madera para la recolección de la leche» y su origen es veneciano. Ha sido una marca registrada en Grecia y Europa para todos los productos de la empresa desde 1994. La colaboración con productores locales de leche de vaca y cabra, que suministran su leche fresca a diario para la producción de los quesos griegos Mastelo, representa una ventaja comparativa, ya que la leche local es de alta calidad y sabor.
De sabor suave, ligeramente salado, con un sabor lácteo limpio. Al cocinarse, desarrolla una textura crujiente por fuera y cremosa por dentro.
Su textura es firme cuando está crudo; al asarse o freírse no se derrite fácilmente, similar al Halloumi, lo que lo hace ideal para cocinar a la parrilla o sartén.
Algunos de sus quesos se ahúman naturalmente con maderas locales, lo que les da un sabor distintivo.
Este queso es lo suficientemente robusto como para soportar ser cocinado sobre las brasas. Unta una rebanada con un poco de aceite de oliva, y si lo deseas, con un chorrito de limón, y asa a la parrilla de 3 a 5 minutos por cada lado, hasta que esté dorado y ligeramente tostado por todos lados.
La forma más sencilla de cocinar el Mastelo, es simplemente freír las rebanadas en una sartén antiadherente seca. No necesita aceite y, de hecho, freír en seco ayuda a crear una deliciosa corteza dorada en el exterior del queso, mientras que el interior queda suave y esponjoso, listo para servir.
El Mastelo también queda delicioso horneado: coloca las rebanadas en una fuente apta para horno y rocíalas con aceite de oliva y hierbas o especias. El queso absorbe los sabores durante el horneado, así que es una forma fácil de añadir un toque especial a tus platos.
El Mastelo, por ser un queso fresco o semi-fresco con sabor suave, textura firme y capacidad para dorarse sin derretirse, combina muy bien con una variedad de bebidas, dependiendo de cómo lo prepares (a la parrilla, frito, en ensaladas, etc.). Si lo sirves a la parrilla o frito, usa un vino blanco seco (ej. Assyrtiko). Si por el contrario lo sirves en ensaladas o platos fríos, acompáñalo de un vino blanco aromático (ej. Moschofilero). Por último, si lo usas con frutas o miel, acompáñalo con un vino dulce natural (ej. Vinsanto).

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