Saint Point

Este queso lo elabora la Fromagerie Fabrice Michelin en Saint-Point-Lac una población francesa en el departamento de Doubs, de la región de Borgoña-Franco Condado.
En Saint-Point Lac, no muy lejos del lago, en la corta subida a la iglesia, la pequeña quesería de Fabrice Michelin tiene mucho encanto. El quesero transforma los tres quesos locales con Denominación de Origen protegida: Comté, Morbier y Mont d’Or.
La gama de quesos se completa con otras especialidades, a veces de temporada, elaboradas por el quesero. El “Saint Point”, un queso de pasta blanda, es reconocido desde hace tiempo. El “Tomme Flora” se vende desde la primavera hasta el final del año. El “Floranis” se elabora con anís verde de Andalucía, el queso se hace en colaboración con la destilería Guy de Pontarlier. El “Estive” que se elabora únicamente con leche del mes de mayo.
Añadamos la Raclette, el Sérac, el Fromage Blanc, la nata y la mantequilla. Hay mucho donde elegir. Puede comprarlo todo en la tienda de la quesería. Fabrice Michelin ha abierto otra bonita tienda en el pueblo de la otra orilla del lago, Malbuisson, en la antigua quesería (detrás del Hôtel du Lac).
Inventado hace 40 años, es el primer queso regional de pasta blanda de verano.
El Saint Point es un queso blando elaborado con leche entera y cruda de vacas Montbéliarde (alimentadas con pasto y forrajes), similar a su primo el «Reblochon«. Este queso es ligeramente fundente. Su corteza es anaranjada y fina. Su suave pasta se deshace en la boca.
El Saint Point es un queso que se comercializa con un peso aproximado de 350 g y un contenido de grasa de aproximadamente el 50% en el producto seco. Estos quesos también pueden presentarse en un formato más pequeño llamado Petit Saint Point con un peso medio de aproximadamente 260 g.
Tiene forma cuadrada, con esquinas ligeramente redondeadas. Se madura durante 3 semanas en bodegas a temperatura controlada y sobre tablones de abeto. También se frota en agua con sal cada 2 días durante su maduración.
El Saint Point es un buen queso para el final de la comida, pero también puede comerse como tentempié, sin pan. Es delicioso con tostadas. En las tablas de quesos. También se utiliza en la preparación de la famosa Tartiflette, en sustitución de Reblochon. Es perfecto para los niños.
Combina bien con vinos blancos como el Chignin blanco de Saboya.