Troufleur
El Troufleur es un queso elaborado por la Fromagerie du Troufleur en Thirimont, Lieja, Bélgica. La quesería se encuentra en la parte más alta de Bélgica. Culmina en el corazón de las Hautes Fagnes. Un verdadero cambio de escenario para los sentidos.
La historia de la quesería Troufleur comenzó en 1986 en el pueblo de Ovifat-Waimes… en la época Sr. Francis Leentjens con la ayuda imprescindible de Edy Klein un experimentado quesero. Crearon los primeros bocetos de Troufleur. La quesería se llamaba entonces «quesería Le Fagnard» y era además un complemento, para el señor Leentjens, de la taberna-restaurante «Les Charmilles» y de un camping.
En 1999 Françoise Ledur se incorporó a la empresa y allí Edy le transmitió su pasión, hoy con casi 92 años su pasión sigue intacta. En 2008 se hizo cargo de la quesería como independiente, durante un año envió la leche de su granja y en julio del 2009 la quesería se trasladó a su pueblo en Thirimont (Waimes), en un lugar llamado «Fagnou».
Tanto en «Fagnou» como en Ovifat, y en toda esta hermosa región de las Hautes Fagnes nos encontramos en una zona húmeda, que se compone principalmente de turberas altas y bajas, colinas de gramíneas, páramos y bosque. Es una región muy lluviosa con 1500-1700 mm de precipitación anual, lo que la hace pantanosa. Las fuentes de varios ríos se encuentran en las Hautes Fagnes. En la región hay varios lagos como los de Robertville o Butgenbach. En plena naturaleza, en el corazón de las Hautes Fagnes, donde las vacas de la raza Montbéliarde que nos darán la leche para elaborar este queso pastan hierbas frescas, pastos verdes y beben agua de manantiales, al abrigo del viento.
El Troufleur es un queso «fermier» (de granja) con carácter, de textura suave y corteza lavada con cerveza, de color ocre ligeramente florida y arenosa, el Troufleur se produce a partir de leche cruda y entera de vacas de la raza Montbéliarde criadas en libertad, en el corazón de los Hautes Fagnes donde las vacas pastan hierbas frescas, pastos verdes y beben agua de manantial.
Este queso en forma de pan debe su nombre a la cosechadora de turba de los Hautes Fagnes (en valón, «Lu troufleu»). De hecho, su tamaño es similar al de los bloques de turba tradicionales: 250 × 100 × 30 mm y un peso aproximado de 1250 g.
La turba es un material orgánico que se forma a partir de la descomposición parcial de materia vegetal en ambientes húmedos y poco oxigenados, como pantanos, turberas y marismas. Era el producto con el que los habitantes de la zona se calentaban antiguamente.
El Troufleur se madura durante dos meses en cerveza Bellevaux (de una cervecería artesanal situada cerca de la quesería). El Troufleur se elabora según la antigua tradición en cajas de turba de unos sesenta años. Françoise se hizo cargo de las cajas de turba, junto con la receta del queso, del anterior quesero.
Estos lavados con cerveza le confieren al queso un sabor suave con un toque sorprendente, que resulta suave y untuoso en boca. La pasta es flexible, blanda pero sin excesos. Los aromas tentadores se expresan sin exagerar y los sabores complejos cumplen todas sus promesas.
Si todos los quesos es importante consumirlos a temperatura ambiente, en este es imprescindible, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada, disfruté de este queso untando sobre una rebanada de pan negro apenas tostado. También lo puede usar fundido sobre pasta o verduras, con frutas y nueces o aceitunas, en sándwiches, para enriquecer sopas y para espesar salsas, y por supuesto en una tabla de quesos. El acompañamiento perfecto, obviamente, es una cerveza y a poder ser una Bellevaux.