Le Petit Cerneau aux Noix

Este queso lo elabora la Fromagerie Michelin en Saint-Point-Lac una población francesa en el departamento de Doubs, de la región de Borgoña-Franco Condado.
En Saint-Point Lac, no muy lejos del lago, en la corta subida a la iglesia, la pequeña quesería de Michelin tiene mucho encanto. El quesero transforma los tres quesos locales con Denominación de Origen protegida: Comté, Morbier y Mont d’Or.
La gama de quesos se completa con otras especialidades, a veces de temporada, elaboradas por el quesero. El “Saint Point”, un queso de pasta blanda, es reconocido desde hace tiempo. El “Tomme Flora” se vende desde la primavera hasta el final del año. El “Floranis” se elabora con anís verde de Andalucía, el queso se hace en colaboración con la destilería Guy de Pontarlier. El “Estive” que se elabora únicamente con leche del mes de mayo.
A todos estos quesos ahora podemos añadir este “Le Petit Cerneau aux Noix” que junto a la nata y la mantequilla, hay mucho donde elegir. Puede comprarlo todo en la tienda de la quesería. Michelin ha abierto otra bonita tienda en el pueblo de la otra orilla del lago, Malbuisson, en la antigua quesería (detrás del Hôtel du Lac).
El Petit Cerneau aux Noix es el primo cercano del queso Saint Point, con la simple diferencia de que contiene pequeños trozos de nueces y sabor natural a nuez.
Por lo tanto estamos ante un queso blando elaborado con leche entera y cruda de vacas Montbéliarde alimentadas únicamente con hierba y forrajes (sin ensilaje). Este queso es ligeramente fundente. Su corteza apenas está formada, su contenido en grasa llega casi al 45% lo que explica la cremosidad de su pasta que se deshace en la boca.
Pesa aproximadamente 350 gramos. Se madura durante 3 semanas sobre una tabla de abeto y se frota cada dos días con agua salada sin colorantes.
El Petit Cerneau aux Noix es un queso cremoso que se afirmará a medida que madura. No tiene un sabor ni insípido ni demasiado robusto y se adapta a los paladares de los amantes de los quesos tradicionales y artesanales.
Es importante consumir el queso a temperatura ambiente, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada, la forma de consumo tradicional es solo, con una rebanada de pan de payés y frutas como fresas, frutos rojos o mermeladas, va muy bien como aperitivo, cortado en virutas, o rallado y gratinado sobre patatas y carnes. El queso marida a la perfección con vinos blancos o rosados afrutados.